Desde Pushkar

Desde Pushkar by juanjimenez

septiembre 22, 2008, 9:58 am
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De Jaisalmer a Pushkar. Mucho que contar. La ultima tarde en Jaisalmer paso entre nuestro restaurante favorito- el Monica, teneis que ir si pisais esa ciudad- y la compra por parte de Gerardo en la cooperativa, que no era tal cooperativa ni el amigote era tal amigote sino mas bien la encarnacion de Rasputin disfrazado de comisionista indio. En fin, algun pesaete teniamos que pillar, si algo paso bueno es que ya sabemos alguna tecnica para no caer en las redes de los plastas. Claro, Javi y yo, que pasamos de un extremo a otro con mas rapidez que control, ya veiamos a todos los indios como amenazas andantes, portando en sus manos hoces dispuestas a pinchar nuestros bolsillos llenos de rupias.

Por la noche nos dirigimos a nuestra estacion de trenes donde por casualidad estaba nuestro doctor aryuvedico, que mas que pinta de doctor tenia pinta de chulo de Benidord, con su camisa floreada y su pantalon vaquero. Se despidio de nosotros y nos deseo buen viaje. Estabamos cansadisimos de nuestra anterior noche en el desierto y recibimos con gozo nuestras algo sucias literas. Eso si, en cuanto el tren se puso en marcha notamos como la minuscula arena entraba por las ventanas y por todos los agujeros no tapados de nuestro cuerpo. Pero aun asi dormimos como lirones hasta que por sorpresa llegamos a la estacion de Jophpur donde nos teniamos que apear. Con los ojos pegados y los bronquios llenos de arena nos bajamos rapidamente para esperar dos horas en la estacion al tren que nos llevaba a Pushkar. Por supuesto, nada mas montarnos en el tren volvimos a dormir y al pasar solo un par de horas el tren se paro y todo el mundo empezo a bajarse. No sabiamos donde estabamos, dormidisimos y acalorados salimos. Parece que algun accidente habia bloqueado la via y el tren se paraba en una estacion perdida en medio del Rajastan. Los indios se amogollonaban y parloteaban para que les devolvieran su dinero. Los turistas no entendiamos lo que podiamos hacer. Un español grito que eran unos hijos de puta , que nos querian hacer volver a Jophpur para hacer que cogieramos un nuevo tren. Si, seguramente los indios habian planeado durante dias hacer una putada a los siete turistas que estabamos alli para que nos volvieramos a gastar los dos euros que costaba el tren (por si alguien no lo nota esto es una ironia). En fin , que al final nos enteramos que teniamos que ir hasta otro pueblo en taxi y una vez alli coger un bus hasta nuestro destino. Un hombre nos ofrecio a nosotros y otras tres turistas catalanas que fueramos en el taxi que habia cogido con su familia. Por supuesto, como teniamos el chip cambiado pensamos que era un timo, que el hombre nos utilizaba para que nosotros pagaramos el taxi sin el poner un duro, etc… Pero en la India, piensa mal y no acertaras, y tras un recorrido de mas de una hora por la India profunda, el taxi se paro en su destino, el hombre pago su parte y nos acompano al autobus que cogimos junto a el. Era una familia muy maja que nos devolvio nuestro aprecio por todos los indios. El autobus estaba abarrotado, no teniamos donde sentarnos y los indios tenian que pasar sobre nuestras mochilas para salir o entrar. Un padre abanicaba tiernamente a su pequeno niño que dormia mientras hablaba con nosotros, otro nos preguntaba de donde eramos, otro nuestros nombres. Al final conseguimos sentarnos y entre tumbos y descolocacion de varios organos internos, llegamos a Pushkar, donde pudimos ducharnos y comer a la 5 de la tarde.

Y hoy estamos por Pushkar. No nos esta gustando mucho. Bueno, ni mucho ni poco. No se. Es la primera vez que en la India llego a un sitio y lo que veo no me entusiasma. Interrumpo mi relato ante el grito desesperado de Javi diciendo que ha empezado GH, por favor mantenerlo informado, a mi informarme de Factor X, que como se parece a OT, me gusta mas . Sigamos con Pushkar. Pues es como una miniciudad santa con un lago algo sucio santo pero rodeada de mas tiendas que la calle Preciados. Vamos, es como si el Corte Ingles pone su semana de la India ambientandola con la temperatura adecuada, vaquitas, motos y todos los productos imaginables y a repartido tarjetas de descuento entre todos lo hippies ofrenciendoles una experiecia mistica paralela. Y no es que en otra ciudades no haya comercios, que en todas los hay, pero aqui me resultan mas fuera de lugar e incluso molestos. No te abordan mucho pero cuando lo hacen parece que nuestro simpatico metodo de hablar con todos no funciona tan bien. Lo mejor es casi decir que no y mirar para otro lado. Perdonad a los que os gusta esta ciudad, pero entended que venimos de Jaisalmer que es de cuento y que en nuestro anterior viaje estuvimos en sitios como Rameshwaran o Hampi, y claro, no hay color. Lo mejor, un tormenton todo bonito que cayo ayer mientras estabamos en un restaurante y varios apagones que son habituales y por lo tanto hace gracias vivirlos. De hecho , tuvimos que esperar mas de media hora para salir de donde estabamos, porque claro sin linterna y sin recordar exactamente donde estaba el hostal corriamos varios riesgos no apetecibles, como pisar cacas de vacas, chocarnos con una pared, caernos al lago, entrar a la casa de un indio y mear en su wc creyendo que era el hostal, etc, etc…Y en veinticuatro horas estaremos viendo en el Taj, y en cuarenta y ocho en Benares. Y aqui me despido. Un beso enorme desde la ciudad del laguito.

Y ahora me pongo a escribir yo (Gerar) y como es dificil si no imposible completar lo que dice Juan (ya que tiene una muy buena memoria y una todavia mejor facilidad para contar las cosas) me gustaria poner algo mas pero acerca de las sensaciones de este viaje.

No han pasado ni diez dias desde que llegamos a la India, pero parece ya mucho mas tiempo, principalmente porque estamos aqui con una naturalidad que me hace sentir que he llegado a Cadiz (por decir algun sitio donde suelo ir mucho y me siento bien a gusto). Me ilusiona el no temer tantas cosas como la otra vez. Ir al grano. No perder el tiempo. Disfrutar mas los ratos sin hacer nada. No tener prisa para nada. No saber que hora es, ni que dia de la semana. Saber la suerte que tengo por vivir donde vivo y tener lo que tengo. Descubrir un buen restaurante y repetir alli todas las comidas. Si, desayunar, comer y cenar en un buen restaurante, que maravilla! Mas cosas quiero decir: Tengo ganas de ver el Taj Mahal por fuera y por dentro, y que se haga el atardecer alli 4 horas antes de cojer nuestro tren. Los trenes aqui me gustan  mucho, por muy sucios que esten. Me hace ilusion el llegar a Benares. Querria poner mas cosas pero ya paro de tantas ilusiones que me estoy poniendo pesado. Estoy contento y simplemente es lo que queria decir…

Saludos de Pushkar, Gerardo 🙂

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